Vivienda en Vilassar de Mar
La propuesta vacía el interior de la construcción manteniendo la fachada principal casi intacta. El alzado interior, en cambio, se abre al patio, al jardín y al huerto. De esta forma, introducimos el exterior en la vivienda, para entender la integridad de la parcela como superficie habitable y disfrutable todo el año.
Toda la vivienda se extiende desde una medianera a la otra; lanzamos vigas transversales como en la estructura original y sobre estas apoyamos los forjados. Una estructura sencilla que nos permite liberarnos de los obstáculos visuales que hubiesen sido los tabiques. Se juega con las privacidades a través del espacio, de las alturas.
La flexibilidad como parte del programa se lleva a todas las zonas. Cambiamos la denominación “habitación” por plataforma. En toda la altura de la vivienda disponemos de un muro habitable, técnico y contenedor que servirá a las diferentes zonas de la vivienda. En él se alojan la escalera, los armarios, la ducha, la chimenea, el baño de cortesía y todas las instalaciones.
La casa se extiende en altura y cada nivel tiene su dueño: los niños, el agua, los padres y las vistas. La vivienda se termina con un gran ventanal sobre una plataforma de madera que invita a mirar y tomar perspectiva. El espacio exterior fragmentado en tres zonas responde al programa y nos lleva de lo público a lo privado, de lo duro a lo amable, de lo externo a lo propio.
EQUIPO
Juan Sierra Berdasco
María Teresa Pérez Moreno
Gemma Sastrada Mestre
PREMIOS
Nominado a los Premios EI! Professional Edition.
Planta de la vivienda principal:





Pabellón de invitados
Aparece como una pequeña caja suspendida sobre un lecho de grava blanca que la rodea. Partíamos de la idea de que como espacio para invitados, a lo largo del año podría usarse muy pocos días, por lo que en su diseño primaron más los condicionantes impuestos por el uso diario.
Por ello, la zona de estudio sea quizá la más privilegiada del espacio, situándose frente a las vistas del jardín, con un gran espacio de almacenaje para libros, y una cama disfrazada de sofá. Al otro lado del tabique aparece el baño con una amplia ducha y zona de secado frente a los armarios. Es un baño que sin divisorias reales queda dividido en tres espacios posibilitando cierto grado de privacidad en cada uno gracias que el espejo y el lavabo ocultan al váter.
Estado original del espacio:


